4 maneras en que los consejos limitan tu comunicación: Sobre conversaciones poderosas

Cuando interactuamos con otros tenemos la posibilidad de conectar. Para conectar debemos de tomar en cuenta el tipo de conversación que está buscando tener la otra persona y hacer lo que nos corresponde para promover una comunicación efectiva.

Pensá en las veces que alguna amiga se ha acercado a contarte de sus asuntos en el trabajo o con su pareja. De sus problemas en relación con otros involucrados, sus conjeturas, preocupaciones, deseos y emociones. Pensá, también, en la experiencia interna tuya. Es decir, lo que sentís al escuchar a tu amiga contarte lo que te ha contado. A pesar de que la mayoría de veces no ha sido solicitado, sin dudarlo, has compartido un consejo— lo que vos suponés que ella debe hacer para solucionar su vida en ese contexto.

En un escenario cotidiano y aunque los consejos es un recurso muy común, la realidad es que limitan la interacción y no promueven una buena comunicación. Y, te voy a explicar por qué. Cuando ofrecés un consejo ocurren varios tipos de problemas que vas a querer evitar a partir de ahora.

Problema, número uno, mientras que tu amiga está buscando tener una conversación emocional o social, vos estás interactuando desde una conversación práctica— ya aquí hay desconexión(dos idiomas diferentes); segundo problema, estás creyendo en su versión de la realidad como la realidad en sí, y esto hace que obviemos el hecho de que como humanos, interpretamos la realidad con nuestros filtros personales y del lenguaje... dejando información por fuera, asignando nuestros propios significados y así mismo generalizando diferentes hechos de manera automática. Este mismo problema, implica que estarías creyendo tu versión de la realidad acerca de la versión de la realidad de tu amiga(meta niveles de distorsión de la realidad); tercer problema, al ofrecer un consejo asumís una responsabilidad que no te corresponde y por consecuencia, si tu amiga, aplicara tu consejo y tuviera resultados que no cumplen sus expectativas, su mirada se volcaría hacia vos... "ah, es que yo hice lo que me dijiste y ...."...(definitivamente, no queremos esto) ; finalmente, cuando das un consejo, la historia se trata de vos y no de tu amiga. O sea que de manera inconsciente, ya no estarías ofreciendo un espacio empático sino uno en el que el mundo gira a tu alrededor. Ofrecer un consejo, tiene como marco una posición superior, de sabiduría, de omniciencia y autocomplacencia.

 

Los 4 problemas al ofrecer consejos

  1. Desconexión por el tipo de conversación que las partes involucradas están buscando tener.
  2. Un consejo implica que estás asumiendo contexto(detalles no mencionados, significados ambiguos, opiniones sesgadas, etc.) que no conocés y que es prácticamente imposible conocer.
  3. Le quitás la posibilidad de asumir responsabilidad al otro.
  4. Ofrecer un consejo de buenas a primeras hace que la historia se trate de vos y no del otro. Te ponés en el "spotlight" y, por lo tanto, no promovés una interacción empática.

 

Nos comunicamos para conectar

Conectar con otros provoca estados jamás vistos en otras especies— sentirnos vistos, reconocidos y en sintonía promueve estados de bienestar, satisfacción y gozo. Pero, conectar depende de nuestra capacidad para comunicarnos de forma efectiva. Es por ello que es importante tomar en cuenta tres guías para una buena interacción.

1. El tipo de conversación que estamos teniendo. Aseguráte de identificar el tipo de conversación que está buscando tener la otra persona y sintonizar desde allí.

- Emocional: hablamos de emociones, necesidades, vulnerabilidades, historias, anhelos, etc.

- Practica: se trata de soluciones, decisiones, planes, estructuras, etc.

- Social: anécdotas, chismes, opiniones de otros, opiniones de otros sobre nosotros, etc.

**Conversaciones de grandes comunicadores. Una vez, que has elevado tus habilidades de comunicación, serás capaz de promover dos de las conversaciones más poderosas:

- De aprendizaje: una conversación con base en la curiosidad y el genuino interés por conocer el mundo interior de la otra persona.

- De negociación: para llegar a acuerdos y establecer los marcos de la conversación.

 

2. Las preguntas que podemos hacer.

- Las preguntas abiertas: Son preguntas que motivan a la otra persona a extenderse en el tema, a reflexionar, a compartir sus creencias, valores, ideas, opiniones, etc.

- Las preguntas de verificación: Sirven para demostrar que estamos escuchando pues se utilizan para verificar con nuestras propias palabras que estamos entendiendo el punto de la otra persona.

- Las preguntas a evitar: como regla general, si vas a hacer una pregunta sobre la que vos creés saber la respuesta. Esta no es una buena pregunta, pues proviene de la sospecha y esto provoca desconfianza y estados defensivos en los otros.

 

3. El tema y objetivo de la interacción.

De qué se trata la conversación: En cada interacción procurá descifrar el tipo de conversación que está ocurriendo y así mismo, el tema de la conversación. Esto te ayudará a dirigir tu atención y a comunicarte de forma más efectiva.

Qué queremos lograr al final de la conversación: Muchas veces esto queda implícito, pero si querés llevarlo al siguiente nivel, expresá tus objetivos en las conversaciones y así mismo, invitá a los otros a hacer lo mismo hasta lograr el primer acuerdo.

 

Y, ¿cuándo dar un consejo?

"Nadie recibe un consejo de quien no lo pidió", les paso recordando a mis alumnos de la certificación: Líderes en Comunicación Humana. Pero, ¿existe un momento en el que el consejo sea una buena idea?, mi opinión es que un consejo se ofrece como último recurso. Porque ya habremos tenido suficiente contexto como para ser precisos en relación al mundo de la otra persona, y esto hará que tenga más sentido lo que compartimos. Un gran truco para dar un consejo es, ofrecerlo de forma tentativa y no imperativa. Por ejemplo, de la manera en que un mentor compartiría sus historias cargadas de éxitos y fracasos como fuente de inspiración para que los otros tomen su propio camino.

De manera sencilla, si querés tener una comunicación provechosa, aseguráte primero de establecer una conexión empática con la otra persona. Hacerle sentir entendida, escuchada y acompañada, antes de buscar opciones para "solucionar".


"Una conversación es la oportunidad para conocer sobre lo que los otros quieren hablar, lo que necesitan de la discusión y una invitación para que todos tomen decisiones en conjunto. Así es como empezamos a entendernos unos a los otros y a encontrar soluciones mucho mejores de lo que jamás podríamos haber soñado por nuestra cuenta." -Charles Duhigg

Una comunicación efectiva requiere del interés genuino por conectar. Hoy en día sabemos, gracias a los avances en neurociencias y múltiples estudios psicológicos y de convivencia social, que la clave para vivir una buena vida está en el poder de nuestras conexiones. Para ello no solamente necesitamos tener la intención sino que además, debemos desarrollar nuestras habilidades para escuchar y hacer preguntas, así como el conocimiento para sobre nuestra naturaleza para sacar el máximo provecho y alcanzar nuestro potencial como especie.

Los humanos tenemos todo lo necesario para convertirnos en grandes comunicadores; un cerebro maravilloso que entra en sintonía con los cerebros de otros, un sistema nervioso que se regula en interacción con las demás personas y una mente lingüística lista para construir universos de posibilidades infinitas.

Te invito a ver este TED: “Este es tu cerebro cuando te comunicas”

Está en vos, comprender tu naturaleza y trascender cualquier limitante para transformar tus capacidades en potenciales, tener mejores relaciones, construir acuerdos y solucionar conflictos.

Jorge

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